Monos araña, monos capuchinos, monos aulladores, colibríes, tucanes barbudos, guacamayos, pájaros paraguas, motmots, quetzales, gallitos de la peña, kinkajous, osos de anteojos, venados, jaguares, pumas, avispas pepsis, 100s (¿1000s? ) de especies de mariposas y polillas, escarabajos rinoceronte, tarántulas, lagartos, anfibios, serpientes de todos los colores, dipertocarpos, epífitas, hongos gloriosos, árboles, árboles, árboles... cualquier esfuerzo por enumerar incluso los aspectos más destacados de la diversidad biótica se queda corto. Una de las mejores partes de la observación de la naturaleza aquí es la frecuencia con la que se ven cosas de las que nadie le ha hablado, posiblemente porque nadie las ha visto antes.

Salir a los senderos es siempre una buena idea. Entre los puntos más destacados de la zona se encuentran una hermosa cascada de 10 metros y un pozo para nadar. El Observatorio, que se encuentra a 1710 m y ofrece una vista hermosa de la reserva. Actualmente se está desarrollando un sendero hasta el pico más alto de la zona, a 2710 m.

En los Cedros se está frecuentemente rodeado de nubes, lo que crea un sentido especial de misterio y profundidad y posibilidades fotográficas excepcionales. La luz atraviesa el dosel en la ladera en ángulos interesantes y siempre que está abierto, las vistas son espectaculares. La interminable lista de pájaros, flores, insectos, árboles y otras plantas exóticas de Los Cedros proporciona una gran riqueza de posibilidades.